Imagina ir al dentista como si fuera un centro de belleza. Un lugar con un interiorismo más propio de una boutique, piezas de decoración que querrías para tu casa, música chill y una barra para tomarte algo que parece sacada del hall del hotel más sofisticado y cosmopolita que te venga a la cabeza. Imagina que, cuando te vas de este evocador lugar, lo haces luciendo una nueva sonrisa diseñada a medida de tu personalidad y fisonomía… sin que te haya dolido lo más mínimo y sin que te hayan dañado los dientes originales.

La doctora Irene Esteve (Elda, 1991) es una absoluta especialista en estética dentofacial. Y ese lugar que describimos es su flamante clínica de Madrid, Irene Esteve Dental Aestetics, ubicada en plena calle Serrano, que le da la vuelta al habitual “concepto” de ir al dentista: ni parece una clínica, ni todo es blanco y minimalista; ni te espera una sesión de miedo en la camilla, ni te atiende un personal de trato distante. Un espacio perfecto para diseñar sonrisas… y provocarlas. “Tenía claro que esta clínica iba a ser diferente a cualquier otra. Cuando me reuní con el arquitecto le dije: ‘no quiero una clínica, quiero una boutique o un hotel’. Pensaba en un sitio cómodo, tranquilo, al que diera gusto acudir, frente a las clínicas dentales que generalmente dan apariencia fría y hostil”, explica la doctora.

Las carillas de alta gama… que nadie más tiene

Esteve es toda una influencer en redes sociales (una creciente comunidad que va por los 147 K en su perfil de Instagram, en el que combina contenidos profesionales con imágenes de unos looks que derrochan estilo) y a la vez es la artífice del diseño de sonrisas de otros influencers y celebrities como Violeta Mangriñán, Fabio Colloricchio, Melodie Peñalver, las presentadoras Alicia Senovilla y Lidia Torrent; o el exfutbolista Jaime Astrain.

Dentro de la estética dental, la especialidad de la doctora Esteve son las microcarillas de porcelana de disilicato de litio. Pero no unas cualquiera, sino unas de diseño propio creadas con una metodología única en España.

Tras años de investigaciones, estudios, pruebas de nuevos materiales y costosas inversiones en I+D, la odontóloga alicantina ha creado un proceso de diseño de carillas dentales de porcelana totalmente exclusivo, con una técnica de investigación propia que permite su colocación sin necesidad de tallar el diente y sin ningún tipo de dolor. Las piezas se crean en un laboratorio de prótesis que trabaja para sus clínicas en exclusiva. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, que asegura un resultado absolutamente estético pero respetuoso con la estructura dental del paciente, en una particular combinación de última tecnología digital en diseño de sonrisas y un delicado trabajo artesano.

“Las carillas con las que trabajamos se diferencian de las convencionales por sus propiedades físicas. Tanto en la resistencia como la apariencia. Nuestra tecnología de última generación nos permite hacerlas tan finas y traslúcidas que no necesitamos tocar el diente para nada, es decir: hay cero tallado, cero dolor y es un proceso absolutamente reversible… Esto es algo que mucha gente no se cree (tanto dentistas como pacientes), pero les invito a que vengan a conocerme. Además, son de fabricación propia. Nadie puede poner hoy en día mis carillas”, subraya Esteve.

En la primera visita se hace un escáner intraoral 3D para obtener los registros dentales y fotografías profesionales. En el segundo encuentro, se prueba el diseño en la boca del paciente con material provisional. Así se conoce cómo va a ser el resultado y se adoptan los cambios que sean necesarios. Conocido como “mock up”, esto es un paso clave en el tratamiento. Una vez seleccionado el diseño final, se vuelve a escanear, y a partir de ese momento se pasan a crear las finísimas láminas de porcelana que cambiarán para siempre la sonrisa del paciente y que están listas en una semana. Primero se colocan de modo provisional para comprobar al 100 % que están perfectas. Una vez confirmado, se procede a la adhesión definitiva.

Una persona, una sonrisa

Pero si algo distingue a la doctora Esteve es su metodología de trabajo. Desde la primera consulta se inicia un estudio de las características conductuales y psicológicas del paciente que trasciende la mera estética. El objetivo es el diseño de una sonrisa que será totalmente única y acorde a la personalidad de cada cual.

“No todas las personas somos iguales, ni nos gusta lo mismo, ni somos igual de extrovertidos. No todos se atreven con grandes cambios… Hay quienes necesitan sonrisas mas suaves, otras más atrevidas e incluso agresivas. Esto es un mundo porque, según la forma que le aportas a los dientes, tus facciones cambian. Sinceramente, es lo más importante a la hora de diseñar”.

Millenial emprendedora

Máster en Endodoncia y Odontología Restauradora, Master en Ortodoncia y Ortopedia dentofacial, su carácter netamente emprendedor hizo que Esteve se interesara muy pronto por la investigación en la estética dental y volcó en ello buena parte de su formación. Tras su paso por varias clínicas dentales, en 2016 abrió, junto a su marido (también odontólogo), su primera clínica en Elda, a la que pronto se sumaría una segunda en Petrer, ambas con una afianzada cartera de pacientes de dentro y fuera del país.

A esas dos clínicas de Alicante se suma ahora la de Madrid, igualmente dotada con la última tecnología, escáneres intraorales, TAC y otra equipación de alta gama, que junto al equipo de profesionales, permite hacer realidad las sonrisas soñadas. “De pequeña siempre supe que quería ayudar a la gente a ser feliz… no sabía si sería médico, enfermera u odontóloga. Cuando conocí que la Odontología era una preciosa carrera donde las prácticas comenzaban pronto… fui de cabeza. ¡Quería empezar a cambiar el mundo con 18 años! Es cierto que, con esa edad, es difícil saber lo que se quiere, pero yo me enamoraba cada día más de mi carrera… Ahora sé que no pude tomar una decisión más acertada. Mi fórmula para llegar hasta aquí ha sido una combinación de trabajo duro, empeño y la certeza absoluta de que si lo crees lo creas”.